viernes, 11 de marzo de 2011

CUENTOS DE LA ALHAMBRA



Sábado 5 de Febrero



La hora fatídica fue las 9.30.

Tras el alcohólico despertar del torito a las 5 de la mañana creí que nada peor podía ocurrir. Pero me equivoqué……


Mis queridas compañeras de penurias decidieron abrirme los ojos muy delicadamente….La queen se dejó caer sobre mi espalda y me quitó las sábanas, mientras mi meg me abría bien la ventana pa q entrara el agradable aire gélido de la mañana…..Ayyyy¡¡¡¡¡ahora era yo la que decía q pa qué me las había traídoooooo¡¡¡¡Y mira que les gruñí¡¡¡pero nada¡¡¡Habían decidido machacar mi sueño¡¡¡
Con tantas pupi-primosuras que tenía la queen en su habitación, y allí dándome mareoooo¡¡¡¡¡


Pues señores…aún las tuve q esperar¡¡¡¡como lo leen¡¡¡Porque a mi meg se le ocurrió plancharle el pelo a la Ejther, porque a la queen se le antojó hacerse una fotico en el trono del vestíbulo, y porque a ambas dos se les planteó la urgente necesidad de comprar un cepillo de dientes en la farmacia ,y volver a subir a la habitación¡¡¡¡ahhhh¡¡¡qué resignación cristianaaaaaaaaaaaaa ¡¡¡¡¡Santa y mártir soy¡¡


Claro, que previamente habíamos llamado al teléfono en numerosas ocasiones y apalizado las puertas de los mandriles en venganza: el marqués parecía en la ducha (le colgamos en la puerta un papel que recogieron y q anduvo de portón en portón todo el viaje), y el torito roncando como un gorila (le colgamos el cartel de limpiar, pobre la señora cuando abriera¡¡¡).


Por fin pusimos camino con el objetivo de visitar la Alhambra, aunque antes tuve q parar a desayunar (es q a mí no me entraba con la habitación como otras duquesas…ejem), y recordé algo positivo de todo esto: no tenía que soportar los desayunos de sunflowers de los Picapiedra ¡¡¡¡menos mal¡¡¡¡ufff¡¡¡


Tras una sabia decisión de mi meg cogimos un taxi para subir (también llamó la atención al taxista durante la conducción, jijiji), cosa q en un principio la queen contradecía , pues le parecía que la Alhambra no quedaba tan lejos ni tan cuesta arriba…..Si te agarro¡¡¡¡¡¡ajjjjjjjjjjjjjjj¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡aquello en coxe no tenía fin¡¡¡¡¡madreeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡si subimos andando aún estaríamos paradas en cualquier antro tomando mi meg una birra, yo llamando por móvil a cualquiera q quisiera salvarme y ejther con alguna pupis a flor de piel¡¡¡¡


Y llegamos a aquel mágico lugar. Y comenzamos por la Alcazaba y el palacio de Carlos V. Y subimos a las torres defensivas, y bajamos por las viviendas de los soldados, y yo les intentaba hacer de guía a mis nenas, y contemplamos la belleza de Granada desde lo alto, y venga foticos, y venga la queen con “que buenas piernas tenían estos con tanto subir y bajar”, y mi meg con “qué incómodo, con las babuchas que llevaban ,tanta caminata”, y yo q no llevaban babuchas los militares, y la queen q claro q si no con pisarles los cristianos ya se los cargaban, etc, etc, etc……aslfjkslfsdofusd¡¡¡¡Señorrrrrr¡¡¡por qué me has abandonadooooo????

En al Palacio de Carlos V ídem de lo mismo…Venga estilos artísticos que no había oído nunca, otra vez escaleras y quejidos…….Y ya. Por fin se estaba haciendo la hora de entrar a los Palacios Nazaríes, las 12.30.


En nuestra espera nos sentamos en un muro donde nos helábamos los traseros y donde los gatos nos rodeaban. Qué gonicosssssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ya sabéis de mi afición y amor a los felinos, así q no es de extrañar que no les quitase la vista, y conmigo también la queen, que los fotografiaba, y mi meg que los contemplaba.

Con este distraimiento no nos percatamos de otro gran éxito en nuestra larga lista, pues tres chicos pasaron a nuestro lado exclamando: ¡¡¡¡no tenemos nada qué hacer¡¡¡sólo les interesan los gatos¡¡¡¡


Ayyyyyyy¡¡¡¡¡¡pero qué graciejo y q buen gusto tenían los granaínos¡¡¡¡¡qué estupendos caballeros y qué saber estar¡¡¡¡¡No como otros mandriles poligoneros que se las dan de don juan y no llegan ni a sabandija sin rabooooo¡¡¡¡


Por fin nos llegó el turno de entrar. En la cola, muy cerca ya de la entrada, tras criticar a una novia por su feo vestido y por lo helada q estaría en tirantes, conocimos a…………. PEPE.

Pepe…..el pequeño gran Pepe, un niño de unos cinco años? (no sé, pq no entiendo de niños, esos grandes bichejos meones), con melena rubia y artista del music-hall, pues bajaba y subía y berreaba con bailes y canciones ininteligibles las escaleras del Palacio. Ajjj¡¡¡qué pesaooooooooooo ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡estas cosas las debían prohibirrrr ¡¡¡¡¡¡¡¡y el padre venga con el sonsonete de Pepe ven, Pepe estate quieto, Pepe…….vesteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ayy¡¡y nos seguía por toda la Alhambra, o eso me pareció……porque en un momento dado creí q él era y ejther me corrigió: pues sí q ha crecido el niño¡¡¡¡ese tiene lo menos 10 años¡¡jijiji¡¡¡qué ojo tengo para la infancia¡

Una vez dentro recorrimos todos y cada uno de los recovecos de semejantes Palacios, y fue cuando comenzaron los Cuentos de la Alhambra, pero no de Irving, sino de Ejther I de Granada……que parece que reinó en to los laos y tiempos, tanto en la Graná mora como en la cristiana……y por tanto todo, absolutamente todico era de su excelsa propiedad……


Érase que se era la Sultana Ejther, que con sus 7 velos de felpa y sus 345 forros polares, se paseaba toa grácil y arremangándose sus vestidos, por sus palacios y su Generalife decidiendo qué reformas hacer. Desde poner ventanas para evitar el temido demonio del frío que la obligaría a llevar más ropajes, hasta cambiar unas plantas por otras menos olorosas, a ocupar los estantes de piedra con todicas sus pupi-primosuras, a decirle al jardinero que pode mejor los rosales, a encerrar a mi meg en la Torre de las Infantas y a mí en la de la Cautiva, a meter en su harén a los mandriles (qué error tan grande), o hacerlos jardineros (error monumental este: no llegarían nunca a nada con lo enorme q es aquello y lo huevones q son), y a calcular el enorme dispendio que le costaría todo el proyecto.


Todo amenizado por la banda sonora y los bailes descoyuntantes de mi meg: “Dicen que es verdad que su alma está encantada por perder un día Granada”, mientras la queen le corregía el tono….Ayyyyyyyyyyyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Boabdilllllllllllllllllllll¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡yo también lloraríaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡qué pasiensiaaaa¡¡¡¡


Y entre estos delirios de grandeza de la queen finalizó la supervisita a La Alhambra, y cogimos un bus, en el que íbamos algo apretadas y dando tumbos, para el centro.

Era la hora de comer. Y yo ya había tenido bastante…..¡¡QUÉ BLOG ME ESTÁIS DANDOOOOOO¡¡¡¡¡¡, repetía sin cesar….


Intentamos contactar con los perdidos murcianos pero el Marqués no estaba operativo (se había ido con su amigo y la niña?) y el Torito andaba con su nueva conquista y dando unas penosas instrucciones sobre su paradero (seguro que no quería q le encontráramos), por lo que dimos 200 mil vueltas por la ciudad hasta ubicarle.

Tras comprobar que estaba todo lleno y q no cabíamos en su reunión de amigos y botas, pues tomamos algo nosotras, y tras la clavada e insultar al cervatillo, partimos a la búsqueda de otro lugar más adecuado para nuestra excelentísima presencia.


Y acertamos……y una vez más descubrimos cuán beneficioso era mantener lejos de nosotras a las ratunas de extrarradio….


Y VOLVIMOS A LAUREARNOS…….


Esta vez fue con un …………………CUBANO……



(continuará)

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