miércoles, 17 de noviembre de 2010

LA BELLA ITALIAAAA¡¡¡¡¡¡ (continuación)



UUUUUUHHHHH¡¡¡¡¡¡¡Y nos los presentannnn¡¡¡¡¡Uno de ellos era Damiano y el otro Matteooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Adjetivos: atractivos, bien vestidos, amables, simpáticos, de los q pagan e invitan, caballerosos, ITALIANOS, que hablan italiano, ITALIANOS, que gesticulan como ITALIANOS, sonrisa profiden, alegres, despreocupados, ITALIANOS, mujeriegos y golfos…………ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡qué más se puede pedirrr????????????Eran la antítesis de los …………..¿quién?no me acuerdo…..¿meggggg?¿con quién vinimos en el viaje?????se me ha olvidadoooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡bufffffffff¡¡¡es q fue verlos y………zas¡¡desaparecieron ciertos personajillos de nuestro campo visual y de nuestra memoria¡¡¡¡q cosassssssssssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Justo lo q a otros les ocurre cuando ven a sus favoritassssss…..ejem¡¡

Entramos al mercado de San Miguel a cenar, un sitio con puestos en los q había distintas especialidades. Como estaba abarrotado tuvimos que comer de pie en el puesto  del vino, donde el guapo Damiano, desprendido como nadie, pagó la botella de 24 euros para los seis, pues yo es que no conté a Bastoncé y Beyoncé¡¡¡¡qué cabeza la míaaaa¡¡¡¡en qué estaría yo pensandooo¡¡¡jijijiji¡¡¡Los platos también teníamos que llevarlos en la mano, aunq yo me amorré a la barra conversando, por supuesto en italiano, animadamente con el susodicho Damiano.

¡Qué hombre tan interesante¡¡que bella conversación¡¡y no digamos Matteo, que participaba de vez en cuando y a la vez me ofrecía el jamón que sostenía en sus fornidos brazos y manos…..¡¡¡ayyyy¡¡¡¡

El encanto, la maravillosa atmósfera, …..se rompió. ¿Cómo?

Llegaron ellos, sí, esos, estos de Murcia……sí….¿cómo se llamaban Meggg????Bueno, lo que sea. Lo malo es que Damiano me preguntó si eran nuestros amigos y …..se estropeóooooo¡¡¡pq pensó que había algo entre nosotrosssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ajhsdjhfosdfsoi¡¡¡¡¡Malditossssss¡¡¡¡¡

La cuestión es que oía así a lo lejos como unas voces q se quejaban por las condiciones en las que estábamos cenando, unas cacofonías celosasssssssssss que al pedir yo una servilleta exclamaban que dos, una para mí y otra para mis babasssss (esto lo pagarás markesito….), un sonido del viento que no paraba de molestar los oídos de mi meg (vuelta completamente hacia los italianos, entregada), y que nos ofrecía su teléfono (esto el torito al sacar yo mi móvil, que según él era una estrategia para q Damiano me diera su número), etc etc…..

El vino se lo tuvieron que pagar ellos, y cuando fuimos a otro puesto a tomar un café, nos percatamos que Pepino y Pepperoni  habían desaparecido sin decir ni muuuu¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJA¡¡¡¡q fuerteeeeeeeeeeeeeeeeeeeee¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡estaban tan picajososssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡los celos les engullían las tripasssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡q momentos tan triunfales y gloriososssssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡un sueño hecho realidad¡¡¡¡¡si les viérais las carasssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡estos instantes valieron millonesssssssssssssss¡¡¡¡¡¡impagableeeeee¡¡¡¡¡

La cosa continuó ya por los bares, donde volvimos a encontrar a los dos perrillos abandonaos…jijiji¡¡¡¡ahogando las penas en alcohol¡¡¡o eso intentaban¡¡Fuimos paseando hasta meternos en un sitio. Los murcianos intentaban cogernos, hablarnos, echarnos en cara nuestro desaire e indiferencia, etc etc…..y  nosotras huidizas pa q no nos estropearan la nocheee¡¡¡¡¡Y llegamos a una plaza que describía literalmente la situación:

PLAZA DEL HUMILLADERO

Ayyyy¡¡¡¡q maravilloso momentooooo¡¡¡¡¡¡años esperando estooo y por fin lo conseguimossss¡¡¡los gallitos perdieron a sus gallinitassss¡¡¡¡¡los cambiaron por corceles esbeltos y sexysss¡¡¡¡que lástimaaaaaaaaaaaa……le dio a mi Meg (tal era la expresión del Torito), que a mí noooo………….Yo disfruté como una enana, fue indescriptible, estupendo, irrepetible y eternooooo¡¡¡¡¡¡Qué triunfo, madre mía, qué triunfooooo¡¡¡¡¡¡¡

Continuo que me ensaño y no parooo. Pues q entramos en un pub donde no había nadie, cuyo dueño parecía Pepito chulo-putas Piscinas (medallón de oro incluido), y allí, nuestros italianos, sospechando q nosotras podíamos tener un idilio con éstos, pues se fueron a la caza de unas gatas (iban así disfrazadas y yo me conozco la promiscuidad italiana) que pululaban por allí, momento en el cual le volvió la sangre y la vida al Torito y al Marqués (aunq a él como de costumbre na se le nota), y comenzó la venganzaaaaaa de la rata majaaa¡¡¡¡Y que conste que al cansarse de las gatas volvieron a nuestro redil pero eso sí, ahí ya les dimos plantón mi meg y yo……¿Verdad megggg?Qué dignas fuimos¡¡ole¡

Pues bien, que la RATA VENGATIVA , CELOSA, RENCOROSA, LASCIVA Y MAJA, no paró en to lo q quedó de noche de meter cizaña sobre cómo nos habían abandonado Damiano y Matteo, cómo habíamos resultado humilladas por ellos, preguntándonos a cada rato q dónde estaban y con quién, q esto y lo otro y lo de más allá, que si ilusas, etc etc…….Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡que pesaooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡no cabía en sí de gozoooo¡¡¡¡no lo podía soportar¡si se muerde la lengua se envenenaaaa¡¡¡RATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡
Qué jolgorio tenía el q hacía unos minutos parecía de entierro ante la idea de perdernos¡¡¡¡confiesaaaaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Bueno, de allí nos fuimos y al caminar y caminar por bares q no nos convencían decidimos volver al hotel ya sobre la una de la madrugá.
Los italianos se quedaron y creo q salieron corriendo, pues una vez que el cervatillo nos volvió a tener en sus redes decidió hablar y marear a Damiano. Ya conocéis cómo es de merla y cacatúaa¡¡¡En definitiva. Que lo echó¡¡¡era parte de su venganzaaa¡¡¡¡que retorcido eres hiena ladinaaaaaaaaaaaa¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Y tampoco quisieron quedarse con ellos para ir a cazar madrileñas. Normal. No se hubieran comido una rosca¡¡¡

Por fin llegamos al hotel (en el metro seguía el rollo insultón y arisco de la rata), y cuando quisimos entrar en nuestra habitación…..ooh¡sorpresaaa¡¡¡otraaaaa¡¡¡¡¡la llave no abríaaa¡¡¡¡¡y ops¡¡¡cambiazoooo¡¡¡¡era de otro hotellllll¡¡¡¡¡Justo del q había estado esa semana el torito¡¡Y negó todo el viaje que tuviese alguna implicación en el asuntoooo¡¡¡

Pues hicieron bajar a mi meg a por otra llave sin confesar¡¡¡¡Morirrrrr es poco castigooooo¡¡¡¡¡Eso fue para q no invitásemos a los italianini a nuestros aposentosssss¡¡¡¡¡Miserablessss¡¡¡¡

Los últimos momentos de la noche los pasamos viendo chorradas en la tele de la habitación-madriguera mandrilera (todo eso es lo q le gusta a estos), dormitando en mi caso (todo un espectáculo según el markés el espabilarme pa irme), y sacando el odio interno e incrustado que Veiga guardaba en su seno. Y lo expulsó. Eso sí, en un tono pausado, sin altibajos, vamos……q una iraaa…….ayyy¡¡¡¡q poca sangreeeeeee¡¡¡¡¡: os odio pq no m ha gustado la cena ni el sitio, os odio pq nos habéis ignorado…..y ya está.

Aquí va una instantánea del momento:


Ale¡¡ya. Y se queda tan a gustooooo¡¡¡¡q pasiensiaaaaa¡¡¡¡
Y nos fuimos a dormir. Cada mochuelo a su olivo.
Yo estaba reventá de tol día (eran las 3) y ya estaba entrando en los brazos de Morfeo cuando mi meg con su pijama de búho fosforito se me acuesta y comienza su cantaleta: Meg, q estará haciendo Ejther?. Y yo: Dormir. Meg, q estará haciendo Irene?. Dormir. Meg, q estará haciendo Amparito?Dormirrrrrrrrrrrrrrrrrr¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ajjjjjj¡¡¡¡¡¡Meggggggggggggg¡¡¡bastaaaaaaaa¡¡¡¡todos duermennnnnnn¡¡¡¡tus pastillassssss¡¡¡¡tómate tres o cuatroooo¡¡¡¡¡aleeee¡¡¡ea ea eaaaaa¡¡¡¡¡uffff¡¡¡¡

Y así acabó un día victorioso en el que ni siquiera la triste venganza del Torito pudo empañar los momentos que vivimos, aquellos en q se hacían cada vez más pequeñitos ante nuestros ojos, hasta casi desaparecer, aquellos q jamás olvidaré y que pagaría por volver a repetirrrr¡¡¡¡¡¡¡ahhh¡¡¡¡¡(suspiro)Y añado:

CHE BELLA, MA CHE BELLISIMA….L´ITALIAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡



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