PONGAMOS QUE HABLO DE MADRIDDDD¡¡

Sábado 30 de Octubre



Con este maravilloso título de canción de uno de los cantantes “favoritos” de mi meg, comenzaré el relato del periplo,o también llamado ODISEA 2010, por tierras madrileñas que recientemente hemos protagonizado los de siempre: Meg glamour, Meg excesiva, Marqués señoritingo y Torito Castizo.

A las 9 h la Queen Ejther q to lo sabe y menos mal q to lo organiza aunq sin participar, pasó por mí. Nada más subir al coche solté aquello de “meg, qué viaje tan tontooo¡¡”, lo cual resultó ser toda una premonición. Las brujas es lo q tenemos, que presentimos los desastres antes q ocurran, aunq en este caso no era mu difícil, pq con semejantes compañíasssssssss¡¡¡

La cosa empezó bien. Una avispa me atacó dentro del coche y tras lanzar unos aterciopelados alaridos Ejther paró y aparentemente el bicho desapareció. Si si…..

Llegamos al punto de encuentro previa llamada grosera del Marqués criticando nuestra puntualidad y repitiendo q una sorpresa nos esperaba durante el viaje. Y ahí fue donde la pobre avispa, que en realidad estaba dentro de mis pelos, salió despavorida exclamando: “Yo con estos no me voy de viaje, que si les pico seguro me envenenooo”….y puso alitas en polvorosa

Nos despedimos de la Queen y nos acomodamos en el coche. Bueno, es decir, algunos se acomodaron, pq a mí m tocó en medio sin cinturón y entre el Torito y mi Meg, terminando tras cuatro horas largas con el trasero pa planchar camisas de felpa¡¡El Señoritingo del Marqués se puso delante con la excusa de q él también iba a conducir. Ohhhhhhhhhhh¡¡¡¡qué atento caballerooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡Q caraaaaaaaa¡¡¡

Me llamó mucho la atención la posición de mi Megela. Ella, q no viaja si no es en avión, tenía la misma pose q cuando se vuela: respaldo recto, bandeja plegada, cinturón, y quietecica y concentrá en el despegueee…jejeje¡¡¡Eso sí, acabó esportillá por los movimientos rabolagartijeros del Torito y míos. Pobrecica¡¡Pero meg, la culpa fue de Rafa q de caballero solo tiene el alto plumeroooo¡¡¡jijiji¡¡

El trayecto transcurrió normal y sin percances dignos de mención: jiji, jaja, uuhhhhhsss, ahgggggggggghhh, mano pa allí, brazo pa ca, escalados según categorías sexuales, ariscas, cinturón q pongo y quito, sobos, apalizamientos al Torito, recogida de restos del suelo del coche, lanzamientos de avioncito de papel destrosao por mi meg, canciones tontarras de la Carrá….para hacer bien el amor hay q venir al Sur…..explota explota explo, explota mi corazón….., bailes a lo Dantés pero sin pañuelo…toros Osborne con atributos NO comparables a Javier, menciones a cierto Mercedes de cierto chico guapo gallego y celos de los macacos….etc etc…

Vamos, que mu tranquilo como veis. El torito q no paraba en to caso¡¡¡Y menos mal q se trajo revistuchas porno del Jueves que le entretenían y abducían, que si no¡¡¡¡Y es q el mandrilín cada vez q le sonaba el móvil, y lo hizo en numerosas ocasiones, tenía q quitarse el cinturón metiendo la manaza en mi culo, pa sacarlo del bolsillo y luego en vez de dejarlo a la mano, pos no, vuelta al bolsillo y otra vez cinturoncito puesto y restregón por mi traseroooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Ainnnnnnnn¡¡¡¡¡¡¡¡q cosas se me ocurrían relacionando cuello Torito y cinturónnnnnn¡¡¡¡¡
Ante esta situación se me propuso que abandonara el coche y me fuera con cualquiera de los q pasaba pa allá, o en su defecto que me callase cinco minutos a cambio de revelarme la sorpresita , algo q no resultó pq estaba segura q no iban a cumplir, y esos esfuerzos a mi persona pa na,…Pos no.

Hicimos una paradica para almorzar y echar gasolina. Hacía bastante frío y de nuevo el super agente 86 del marquesado de Veiga mostró su infinito sentido de la honorabilidad, dejando a la pobre conductora y esposa de uno de sus mejores amigos que se las agenciara saliendo ella a la intemperie mientras él tenía los huevonessssssssssss calenticos en el autoooooooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Aimnnnnnnnnn¡¡¡
Luego tuvo la desfachatez de que una vez todico a punto, levantar el culo del asientooooooooooooooooo y dignarse a conducirrrr¡¡¡¡¡madreeeeee¡¡¡q esfuerzo sobrehumanooooo¡¡¡

Como castigo me tiré dos horas alabando su manejo del volante: que si qué lento, que si todo lo haces así, que si q mal, q qué bandazos, etc etc…..Jejejeje¡¡¡¡te joesssssssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Aunque tengo mis razones para hacerlo, pues ni un simple GPS entendíaaa¡¡¡, y en vez de llevarnos al Paseo de la Castellana, el muy ínfulas de nobleza nos lleva a LA MORALEJAAAA¡¡¡¡¡No te digoooo¡¡¡Ya ves tu, y mira q las instrucciones del aparato eran claras y concisas: pronto, carretera………derecha y manténgase a la derecha por la izquierda, pronto curva derecha gire a la izquierda y vuelva pronto a la carretera del centro……..CLARÍSIMOOOOOOOOO¡¡¡¡¡Ayy¡¡q poco sentido de la orientación¡¡

Por fin se dio cuenta con esa sagacidad lincesca que le caracteriza de que allí pos no era, y conseguimos llegar al hotel que estaba pegaico a las torres kio, monumentos fálicos sin duda para estas mentes calenturientas.

Repartimos habitaciones y ……¡oh casualidad¡¡¡¡¡la de ellos estaba pegá a la nuestraaaaaa¡¡¡¡¡¡slkjfñlsut0ìtuwu¡¡¡¡¡grrrrrrrr¡¡¡¡NO DIGO NAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Mi meg y yo entramos a nuestro aposento. Cuando me volví pa cerrar la puerta una zarpa taurina lo impidió y nos vimos asediadas por los coxindangos que invadieron nuestro territorio con total impunidad. Lo celebraron restregándose de nuevo en nuestras camas, husmeando y tocando nuestras pertenencias y rondando como moscas cojoneras a nuestro alrededor.

De hecho hubo un instante en que me hablaban y al mismo tiempo me golpeaban con algo q llevaban en las manos. Yo creí q eran guantes, pero no, eso es demasiado normal.
ERAN UNOS CALCETINES DE MI MEGELAAAAAAAAAAAAAAA¡¡¡¡¡¡¡ que habían sustraído de su maleta y aleeeeeeeeeeeee, pos a mis pezuñasssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Podríos tenías q haberlos llevado megggg¡¡¡a ver si cogían lo que sea por aves carroñerassssssssssssssssssssss¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

Dios¡¡¡qué nos esperabaaaa¡¡¡¡¡y acabábamos de llegarrrrr¡¡¡¡¡¡

Y aquí lo dejo por ahora. Lo ¿mejor? estaba por venirrrrrrrrr¡¡¡¡¡¡¡¡


No quiero ni acordarme.