
A esta hora en punto tenía al torito esperándome en la puerta de mi casa para iniciar un viaje que se anunciaba cuanto menos sorpresivo. Tanta puntualidad horaria por su parte preveía una absoluta integración en el modo de vida inglés, lo cual me resultó gravemente sobrecogedor.
¿Perderíamos a little bull en manos de una dama londinense? ¿Lo armarían caballero? ¿O haría portadas en paños menores a lo Beckham?uf….no¡¡¡bastaaa¡¡¡¡Ante tal visión mi cerebro superficial usó mecanismos de autodefensa y se centró en el camino al aeropuerto, buscando con mi mano el asidero ese q tienen todos los coches en el lateral de cada asiento y q por misterios insondables, el Cadillac del torito no poseía.
Entre charlas absurdas e insultos varios la carretera quedaba atrás, y todo iba más o menos tranquilo hasta q llegamos a la altura de Elche y le dio por practicar valenciano, con lo cual pasó un cuarto de hora escupiéndome a la cara intentado pronunciar de mil maneras incorrectas “ELX”, y despotricando sobre la estupidez de acabar en X el nombrecito dels collons¡¡¡
Además, mi meg, como madre preocupada que es, nos llamó para asegurarse que íbamos y q el torito había aparecido, anunciando además que le había comprado un bocadillo pq conocía bien su absoluta previsión y organización a la hora de viajar. También indagó sobre su DNI, ejem, y descubrimos que su Excelencia no había cambiado libras…..ayyyyyyyy¡¡¡¡¡¡¡Pero qué ser de ultratumbaaaaa¡¡¡¡¡
Dejamos el coxe en el parking ese q da tres vueltas en zig-zag al aeropuerto. Yo estaba sola esperando a que aparcara. Llegó la furgoneta conducida por un señor viejuno q m dijo q montara a su lado. Cuando vio aparecer a lo lejos al torito preguntó q si “ese” también venía, y el otro operario contestó que sí, que era mi marido¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ajjjjjjjjjjjjjjj¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Me apresuré a aclarar que no lo era, pero él coxinamente soltó que sí, q no m avergonzara de él, con lo cual abortó una vez más un posible idilio entre el jubilado y mi persona¡¡¡¡¡Siempre destrozando mis ilusionesssss¡¡¡¡¡¡¡
A la llegada al aeropuerto nos esperaba por fin mi megela querida, ayy¡¡cuánto m alegré de verlaaa¡¡¡así compartiríamos el tormento q supone llevar al torito a cuestas¡¡
Bajo la guía de mi meg nos vimos rápidamente sentadicos los tres en el avión, y yo como siempre, en medio. El viaje transcurrió de nuevo entre risas “discretas”, tonterías varias y las lecturas del Jueves y de un periódico que el cervatillo tuvo a bien de comprar para llevarle a Veiga, objetivo q no cumplió puesto que inexplicablemente los perdió na más aterrizar.
¡¡Si es q no se puede ser medium¡¡Los espíritus malignos t lo roban to¡¡¡
Destacar q mientras comía el bocadillo criticando q no le había quitado la piel esa del salchichón, hecho crucial q demostraba q el camarero del bar no apreciaba a mi meg, no le quitaba el ojo a una azafata megaculona, q caminaba a duras penas entre los asientos cual yegua trotona, y a la q cada vez q pasaba le decía “pretty girl”.
Logró q le atendiera, y no el azafato gay q m guiñó el ojo, y aunq no entendió na, le sonrió ampliamente, manifestándonos q no le habíamos traducido bien, pues estaba seguro q le había dado el teléfono. Buffff¡¡¡¡
Y así tocamos tierras londinenses…..”Sólo” restaban 5 horas para llegar al hotel……..vamos¡¡un suspirillo¡¡¡¡….
La aventura estaba servida……..
Es impresionante como todas las historias que cuentas demuestran mi valía como hombre. En esta historia triunfo nuevamente como casanova, esta vez con una azafata de culo... digamos que amplio, y añado una nueva virtud en mi repertorio al triunfar también como parlante culto valenciano con mi pronunciación de ELX según los diferentes acentos y entonaciones de la vega baja y media... che!
ResponderEliminarSe te ha olvidado añadir que tú bajaste tarde, que el bocadillo que te llevaste te lo hizo tu madre y que no imprimiste los billetes que Carmen te envió por si las moscas, o como decimos los londinenses, for if the flies.
¿¿¿Tacuerdas cuando el vendedor de los billetes de autobús intentó ligar con carmen pero ella no lo dejó hablar???. Al final vamos a tener que buscarle un mudico, jajaja.
Tu tampoco los imprimiste coxindangoooo¡¡¡¡
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